miércoles, 27 de junio de 2007
Sacarach en la televisión
Llego a casa; quizás, como alguna vez le dije a mi sicóloga, mi niñez está marcada por los golpes de verdad que nos ha dado la prensa, los rumores y todas las mentiras de la dictadura que han empezado a salir a la luz (y no sólo aquellas mentiras del golpe, sino cosas que alguna vez fueron tabú). A mis trece y tantos años supe que un profesor de mi colegio, el tío Rafa, era el buscado Sacarach, pedófilo buscado por el abuso de no-sé-cuántos niños. A mi no me afectó tanto como a otras, tengo un vago recuerdo de él, nunca fui scout, como mis amigas. Anteriormente incluso conocí la palabra pedofilia, tortura, masacre. Quizás por eso soy un poco morbosa y busco saber lo más posible sobre el tema del daño a los derechos humanos. Me leí la mitad de los libros que hablen sobre el golpe militar del 73 en adelante que estén en mi casa, incluyendo casi un tomo completo del de la Comisión de Verdad y Reconciliación. Creo que por eso siempre ando desconfiando de todo. De los mayores, de los ancianos. De los que se acercan mucho o que te miran en el metro, o quizás también hasta de mi propia familia. Tantas veces se vio en la televisión que un padre, tío o abuelo abusaba de sus hijos/nietos/whatever. Me daba miedo.
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1 comentario:
Creo que si te decides, serás buena abogada, linda. Me apetece trabaar contigo.
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