
Sinceramente, escribir es la única forma de comunicarme de manera decente, claro está que nunca soy muy coherente con nada. Ni para hablar (se me confunden las palabras y termina pareciendo dislexia oral), ni para escribir (que siempre termino escribiendo sobre estupideces), ni para amar (que se me confunden los sentimientos y un día siento que me gusta alguien que después no), ni para nada, ni siquiera soy coherente al comer.
Pero bueno, vamos al grano, que se supone que aquí venía a explicar, no a confundir más. Cuando yo tenía trece años, era un niña bastante pava. Sí, pava incluso aweoná creo que es la palabra correcta. Creía en un amor que no conocía, y en no sé qué mierdas, como los sueños y los encantamientos (y por eso no puedo creer que las compañeras de mi hermano, de trece años y las de mi ex, sean unas putas, que lo único que piensan es en comerse a algún chico mayor. Dios mio, van en octavo básico, yo aún jugaba con muñecas!). Entonces me gustaban, sí, los chicos un poco mayores, con estilo (claro, que ahora sean unos retardados mentales y que esto se haya convertido en mi pasado oscuro, no es mi culpa. En esa época no parecían tan malos). Primero, prospecto de hombre A, como le llamaremos, creo que es uno de los mayores culpables de mi miedo a la sexualidad, y creo que estoy bloqueada. Ni siquiera me acuerdo qué pasó. Me parece que te conté, M, alguna vez de lo que me pasó, pero ya no me acuerdo. Quizás hasta tú te acuerdas más. Pero sigamos. Yo era una inocente niña (sí, en esa época sí. Ya no, dejémoslo claro), y creía que sí, él iba a cambiar. Cómo me enfeerma, que la gente piense así. Los hombres no cambian. Menos prospecto de hombre A. No cambió, no va a cambiar ya. La hierba y la pasta base, probablemente, le mataron todas sus neuronas (que nunca fueron demasiadas).
Entonces, conocí a prospecto de hombre A2. Otro tarado más, que si no lo hubiera conocido tan chica quizás qué hubiera pasado. En él no me quiero centrar, la verdad no me interesa.
Después viniste tú, cabeza de papa, y aquí empieza lo que me tiene confundida. Cuando yo te conocí, me enganché. Pero me enganché heavy. Aunque me dí cuenta bien tarde, cuando ya no hablábamos y usaba el sacar un clavo con otro como ley de vida. Yo no sufría por todo eso (sí, llamémoslo eso, porque no sé cómo llamarlo si no es como un algorarosinnombre), a mi me molestaba que no pudiera hacer nada por cambiar la situación estúpida en la que estábamos. Pero creía, creía que al final, todo iba a salir bien. Y aquí es cuando las cosas se empezaron a derrumbar. Cuando empecé con prospecto mentira N, debo ser sincera, mis ganas de vivir las cosas que se viven supuestamente en una relación me superaron. Al final, esta relación estaba basada en algo carnal. Nunca fuimos más que sexo, y muchas veces lo hablé con mis amigas: creo que no... no sé, no existía una complicidad, como la que sentía contigo. Pero que estuviera al frente era algo. Aunque sólo estuviéramos ahí para discutir y tocarnos. Es más, en realidad sólo estábamos ahí para recordarnos que estábamos vivos haciéndonos daño. Cuantas mentiras inventó y dios, el haberle perdonado (al fin y al cabo creo que no lo perdoné, fue una manera de no acabar para no estar sola) que estuviera con otra al mismo tiempo que conmigo fue el principio de las agresiones. Porque al final los dos nos agredíamos. Yo, con mis crisis sicológicas, terminaba agrediéndolo físicamente y él al final me trataba como su objeto sexual. Aunque sabía que habían cosas que no me gustaran. Terminábamos una vez a la semana, y más al final yo creo que como una vez cada dos días. Hasta que me cansé. Me cansé de ser algo que no era. Me dí cuenta que ya no era yo. Y empecé a soñar contigo. De nuevo, como antes. Y ahí te escribí. Pero el problema es que ya no es lo mismo. No porque no me sienta como antes (por el contrario, me siento como al principio y me tiene la cabeza convertida en desastre), el problema es que después de prospecto mentira N, no puedo creer en nada. Y me estoy volviendo loca, porque no quiero volver a pasar lo mismo que hace dos años. No quiero. Sólo quiero saber qué es real y qué no.
Cuando empecé con prospecto mentira N y en realidad, tiempo después, me dí cuenta que no sabía quién eras realmente, M. Y dímelo ahora, ¿quién eres? si no conosco más que tu palabra, tu voz y tu letra en el papel. No quiero volver a sentir que pierdo el tiempo. No sé que quiero de ti. Ni menos de mi. Sólo sé que desearía que el tiempo pase más rápido. quiero conocerte y saber quién eres.
(foto de Se Arrienda: http://www.cinematheque.bc.ca)
1 comentario:
Soy.. me podría describir, así, en plan... ... no sé. Bastante loco, a veces muy arrogante. Más calmado que antes, sí, pero sigue reventándome que las cosas no se hagan bien, y no sólo hablo de política (que podria ser un buen exponente).
Aunque eso de mí ya lo conocerás. No sé. Tampoco he contado mucho de mí, cierto. A casi nadie realmente. Tengo miedo al vacío en el estómago cuando acabas de comer y hace sol y fresco en la hierba, y tengo miedo a no poder dormir en toda la noche o a descansar mal, o a estar enfermo, o a que me piquen las avispas (sí, un trauma mío de pequeño). Pero sobre todo a mi angustia existencial de que-haces-aqui cuando hay algo muy importante n otro sitio, no sé, aunque sea cualquier tontería.
Mil cosas más podría escribir, pero en fin.
No sé a donde quería llegar, pero estoy demasiado cansado como para escribir una respuesa que diga todo lo que quiero decir.
Niña..
Publicar un comentario